"Hoy, la
calidad del producto educativo radica más en la
formación permanente e inicial del profesorado
que en la sola adquisición y actualización de infraestructura"
Cebrián de la Serna, (1995).
formación permanente e inicial del profesorado
que en la sola adquisición y actualización de infraestructura"
Cebrián de la Serna, (1995).
CAMBIOS EN EL SIGLO XXI
1. La sociedad del siglo XXI seguramente
reafirmará que aprender es la más importante fuente de riqueza y bienestar, de
capacidad de competir y de cooperar en paz. En consecuencia, cada institución
educativa tiene que empezar por aceptar la necesidad de transformarse en una
organización competitiva para facilitar el aprendizaje personal y colectivo
ante el siglo XXI.
2. Las NTIC tomando como referente los
desarrollos que Internet ha inculcado a la sociedad actual, hace necesario
presentar un replanteamiento de las nuevas didácticas que se pueden desarrollar
en todos los niveles educativos para poder lograr la formación integral del ser
humano, razón de ser de la labor educativa.
3. La transformación profunda, hacia la adopción
de las NTIC en el contexto educativo, tiene que producirse a partir del apoyo
de las autoridades en las instituciones, un cambio de actitudes y de
planteamientos por parte de los profesores y del empeño responsable de cada uno
de los alumnos.
4. El sistema educativo debe adaptarse a los
cambios sociales y replantearse el papel que actualmente requiere desempeñar el
profesor, las competencias que debe poseer para desenvolverse en una sociedad
de información.
5. Las nuevas formas de enseñanza y de
aprendizaje exigen habilidades como investigación, búsqueda, estudio,
invención, adaptación, flexibilidad, creatividad, actitudes de tolerancia a la
frustración para encontrar el uso pedagógico de la tecnología. Es necesario
estar preparados para triunfos y fracasos, del docente y de sus alumnos, cada
vez que se intente introducir una nueva tecnología.
6. Las posibilidades que brindan las nuevas
tecnologías como herramienta didáctica, son de sin igual importancia y es
necesario aprovechar todas sus potencialidades para formar seres humanos más
justos, más capaces, más cooperativos. Es determinante afirmar que lo
importante no es la tecnología como tal sino lo que los actores formadores, los
docentes, puedan hacer del elemento tecnológico para humanizarla.
¿Será que los cambios de este nuevo siglo están a
la par con la educación?
¿Qué podemos hacer nosotros como docentes para
asumir este nuevo reto?